TOVARICH es el reflejo de unos
hombres invisibles, personajes
anónimos, tristes, alegres, sonrientes, melancólicos y curiosos. Toman
las calles y las plazas, los bares y las playas y, de alguna forma, son ya
parte de la imagen de la ciudad.
Algunos de ellos han dejado de
ser fantasmas y se han convertido en
Yuri, Vladimir, Maximiliam o Sacha y, resulta que tienen vida, tienen voz y personalidad propia y no solo son
esas figuras que pasean con su blanca piel y sus añejos uniformes.
TOVARICH son solo fragmentos
de lo vivido en el puerto, en sus
barcos, en el puente de mando, en sus camarotes y en sus cantinas y
comedores, fragmentos de horas de charla, conociendo así un poco de sus lejanas y diferentes vidas.
Parte de TOVARICH cuelga en
algún que otro despacho o salón de Kaliningrado y ahora es el momento de
mostrarla aquí en Ceuta, donde se tomaron.
...TOVARICH es simplemente
eso, el retrato de unos hombres invisibles…